Dentro del mapa de violencias a las que está expuesto el núcleo familiar existe la que los expertos denominan “violencia vicaria”, que en lenguaje sencillo se presenta cuando el agresor, o agresora, quiere causarle daño al adversario, o adversaria, pero a través del hijo, o hijos, incluso mascotas o elementos materiales, en común.
La situación tiene ribetes para ser considerada como una venganza, puesto que la asocian al deseo de una persona de causar perjuicio a quien la está haciendo sufrir física, emocional o mentalmente.
Sobre este tema, la Fundación Colombiana Contra la Violencia Vicaria tiene en su portal abundante información, solo que es cuestionada porque su balanza es inclinada hacia la afectación solo en la mujer, cuando este tipo de manifestaciones no distingue géneros, según analistas. La organización asegura que, en el 2023, fueron reportados 517 casos de mujeres víctimas por parte de sus ex.
La fundación ha estado luchando para que el tipo de violencia vicaria haga parte del sistema jurídico colombiano, y sean establecidas penas severas y ejemplarizantes contra quien adopta este método de agresión. Precisamente, la representante a la Cámara por el departamento de Cundinamarca, Alexandra Vásquez, logró que un proyecto de ley de su autoría haya sido aprobado en un primer debate.
Ella argumenta que la violencia vicaria sí distingue géneros y es más evidente en las mujeres porque en los casos en los hombres son ocasionales. Entre sus argumentos destaca cifras de Medicina Legal, reportadas en el primer trimestre del 2023, a través del Grupo Centro de Referencia Nacional sobre Violencia (GCERN), período en el que hubo “11.491 casos de violencia intrafamiliar en los que la víctima era una mujer, contra 3.494 en los que el afectado fue un hombre”.
Un artículo del portal Ámbito Jurídico, a propósito de la violencia vicaria, cita disposiciones de la Ley 2126 del 2022, cuando una persona acude a una comisaría de familia a denunciar al agresor.
“Las medidas de protección deben garantizar una respuesta oportuna e integral ante la amenaza o materialización de la violencia en el contexto familiar. Por ello, cuando una víctima acude a denunciar, las comisarías de familia, de forma inmediata, deben imponer medida de protección provisional en favor de las presuntas víctimas y, posteriormente, evaluar si las pruebas aportadas y la situación denunciada requieren que la medida de protección provisional se establezca de forma definitiva y cobije a quien denuncia, a su núcleo familiar o a quienes hayan sido víctimas de los hechos de violencia”.
Sin embargo, hace esta afirmación: “Lamentablemente, han sido muchos los casos en Colombia en los que las medidas de protección se dan únicamente a la madre, y esto si la víctima presenta pruebas lo suficientemente sólidas para poder solicitar dicha medida, es decir, las comisarías de familia, hasta no ver a la víctima golpeada o siendo violentada, no otorgan las medidas correspondientes”.
El proyecto de la representante Vásquez tiene como objetivo que, además de reconocer dicha violencia, es prevenirla y garantizar un acceso efectivo a la justicia, reparación y no repetición a las víctimas, en consonancia con la protección de los derechos humanos, según reporta el boletín de prensa de la Cámara de Representante.
“Es prevenir esta forma de violencia mediante la formación de funcionarios públicos y la difusión de información en medios de comunicación”, explicó la representante luego de la aprobación, en primer debate, el pasado 20 de febrero.
Delcy Isaza, representante a la Cámara del Partido Conservador, ponente de la iniciativa, la justifica para que se tomen medidas por parte de la justicia porque es evidente la vulneración de los derechos, en especial de las mujeres.
El proyecto también propone que, cada 11 de mayo, se conmemore como el Día en Contra de la Violencia Vicaria en Colombia, “como un símbolo de compromiso para erradicar esta problemática en la sociedad”.
Por lo pronto, la lucha de la representante Alexandra Vásquez y la Fundación Colombiana Contra la Violencia Vicaria sigue en pie.
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