Acogiendo la sugerencia de un ciberlector que pidió a #sinrecato.com tratar el tema de los ronquidos, fenómeno que hace parte de los trastornos del sueño, incluso calificados de “intrusos en la cama”, pero desde el punto de vista de su incidencia en la convivencia de la pareja, la averiguación arrojó lo siguiente:
Lo primero es que expertos en medicina, como el otorrinolaringólogo cubano Héctor Hernández Sánchez, sostienen que la ‘Roncopatía’, el nombre correcto, “debe ser considerada como una enfermedad y no como un acontecimiento normal en la vida de las personas, tal como fue considerada durante muchos años. Es tan antigua como la humanidad misma. Fue y es causa de trastornos familiares y de desavenencias conyugales. Bien merece entonces la atención y dedicación de los médicos especialistas”.
El profesional destaca un hecho histórico que vale la pena compartir: “los trastornos respiratorios durante el sueño ya fueron descritos por Aelianus (C. 330 a. C.), que describió a Dionisius de Heraclia rey de Pontus (glotón obeso, con gran dificultad para respirar y que para evitar que se ahogase era despertado con agujas) y posteriormente también se describió un caso similar en la figura del rey de Cirena (258 a.C.). También existe una referencia de Cayo Plinio Secundus, conocido como Plinio el Viejo (79 d.C.), con toda la sintomatología actualmente aceptada (hipersomnolencia diurna, roncopatía y obesidad marcada)”.
Desde entonces, las investigaciones relacionadas con la Roncopatía coinciden en que la afectación recae sobre el 45 por ciento de la población, sobre todo la mayor de los 40 años, siendo los hombres los líderes con un 25 por ciento, frente a un 10 de parte de las mujeres.
A prueba de todo
“El ronquido se produce por una disminución en el tono muscular, y se caracteriza por un sonido de frecuencias graves (50-1000 Htz) secundario a la vibración de las paredes de la faringe, al existir un aumento en la resistencia al flujo aéreo y una gradiente de presión a lo largo de la vía aérea superior. Existen algunos hábitos que favorecen esta situación. Entre ellos, el tabaquismo, el alcoholismo, la obesidad, comer mucha cantidad en las noches, la congestión nasal y el consumo de ansiolíticos”, asegura Hernández.
Intervención de la NASA
Es tal la trascendencia del fenómeno que hasta científicos de la NASA, la agencia espacial de Estados Unidos, según lo destaca el portal Clarín.com en un artículo elaborado en el 2017 y en el que señalan que más parece una broma la conclusión formulada contra los ronquidos.
“El remedio, según las brillantes mentes de la Nasa, es conseguir una planta de ananá (piña), e instalarla en el dormitorio. Sí, una planta de ananá, o ananas comosus según su nombre científico. Y listo. Problema solucionado”.
Lo anterior está soportado en la realización de “un estudio que demostró que dormir con esta planta puede ayudar a reducir los ronquidos de medianoche, considerablemente. Los investigadores, según publica The Daily Mail, afirman que las plantas producen más oxígeno y mejoran la calidad del aire durante toda la noche y, por lo tanto, ayudan a dormir mejor (y más tranquilo)”.
Lo cierto es que no hay reportes confiables de la efectividad del procedimiento propuesto por científicos de la NASA. Así como tampoco las repercusiones que la roncadera sea aportada como argumento para el divorcio.
A propósito de esto, un artículo del periodista español y expertos en salud y bienestar, Enrique González, sostiene que “los ronquidos de la pareja podrían provocar ansiedad y depresión, por ejemplo, en la pareja no roncadora y todo porque al no poder dormir debido a los ronquidos las personas comienzan a dejar de descansar por lo menos las 8 horas completas que necesitan, lo que a largo plazo podrían estarle causando un trastorno mental como la depresión o la ansiedad”, con base en una investigación de la Universidad de Queens.
Igualmente, que “el sonido que producen los ronquidos son la causa por la que las personas no roncadoras comienzan a tener pérdidas auditivas que a largo plazo les podrían disminuir las capacidades de audición”.
Esto llama la atención porque, entonces, sí podría ser tenido en cuenta en el momento de tramitar un divorcio, al menos, en Colombia, en donde se han establecido 10 causales, y la número 6 dice, de acuerdo con una publicación del periódico El Espectador, “toda enfermedad o anormalidad grave e incurable, física o síquica, de uno de los cónyuges, que ponga en peligro la salud mental o física del otro cónyuge e imposibilite la comunidad matrimonial”.
Buscando soluciones
El Instituto del Sueño, con sedes en Madrid (España), Santiago de Chile y Panamá, contribuye con recomendaciones:
“Si el ronquido empeora al dormir “boca arriba” hay que procurar evitar esa posición. El aire seco puede irritar y en ocasiones inflamar la mucosa nasal, por lo que puede ser útil instalar un humidificador en el dormitorio.
Algunas comidas contienen sustancias (alérgenos) que causan reacciones alérgicas y que pueden contribuir a estrechar las vías aéreas. Para ello se debe de anotar cada día, a lo largo de tres o cuatro semanas, lo que se come (desayuno, comida y cena) y la severidad del ronquido.
El alcohol tiende a producir la relajación de la musculatura de la faringe, haciendo que vibre al pasar el aire y provocando el ronquido.
El uso de ciertos medicamentos usados para dormir (benzodiacepinas) empeora el ronquido y la severidad de la apnea del sueño. El tabaco reseca la mucosa de las vías aéreas, inflamándolas. Es necesario tratar de no fumar.
Puede ser útil elevar unos 45° la cabecera de la cama o usar más de una almohada. La cirugía puede ser una alternativa, sobre todo si existe algún tipo de anomalía anatómica que predisponga al ronquido, como por ejemplo una desviación de tabique nasal o un engrosamiento de la úvula y paladar blando”.
En conclusión, si el problema no tiene solución, así se haya incluido la asistencia médica, la decisión definitiva es de cada pareja.
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