Experta española da herramientas a los padres de familia mediante las cuales pueden instruir a los menores y adolescentes sobre los temas sexuales de manera responsable y que ellos aprendan a tomar decisiones acertadas. Segunda entrega.
Redacción #sinrecato
Un buen profesional de la psicorientación lo primero que recomienda a quien acude en búsqueda de sus servicios es que hable sin rodeos, directos, sin titubeos, por muy espinoso o incómodo que resulte el tema o la situación.
En esta segunda parte sobre la importancia de la educación sexual la psicóloga, sexóloga y especialista en terapia de pareja, Teresa Vaquero Romero, se centra en el papel de los padres y madres dando claves para encarar el proceso educativo en sus hijos.
Dice, en primera instancia, que a los menores se les debe acompañar durante todo su desarrollo, partiendo desde el mismo instante en que se les carga y se les mima. “Es muy bueno que con los años no se eliminen esas muestras de afecto en el hogar. Es importante hablar de todo lo que a los chicos les interesa, pero también de todo aquello que necesitan saber en cada momento y no siempre preguntan”.
Se debe partir de lo que, aparentemente, es simple hasta lo más complicado, como explicarles lo de la reproducción básica entre el macho y la hembra; no evadir respuestas a ninguna pregunta; aceptar que los jóvenes tengan sus secretos; dar respuestas sinceras, sin mentir.
“Es importante crear una atmósfera positiva, de confianza, para que los adolescentes, al no sentirse juzgados, se atrevan a hablar con franqueza. Y aun así, en ocasiones los adolescentes no preguntan, es entonces cuando el adulto debe aprovechar las oportunidades que la radio o la televisión le da para expresar sus opiniones de forma razonada”, anota Vaquero.
Agrega que una manera de enseñar es que cada padre comparta sus valores a través de su propia conducta. “Es preciso que los padres sean tolerantes y respetuosos con las ideas y opiniones de sus hijos, y no juzgarlos por ellas, a pesar de que puedan mantener puntos de vista distintos. Es importante expresar un desacuerdo, pero no adoctrinar. Aunque la imposición siempre es una tentación, lo mejor es hacer todo lo posible para no caer en ella”.
Vaquero dice también que no es necesario ser experto para impartir educación sexual, pero si tener una buena información básica de los aspectos más relevantes, y dejarse llevar por miedos, mitos y tabúes; que hay que enseñarles a los jóvenes a enfrentarse a la presión del entorno y a comprender que deben tomar decisiones sin que nadie intervenga.
“Los padres deben depositar toda la confianza en sus hijos y poner en ellos y ellas el grado de responsabilidad que corresponda a su edad, sólo así madurarán. Es importante dejarles claro que siempre tendrán la ayuda de sus padres y que el amor de los padres a los hijos es incondicional, sin condiciones”, advierte la experta.
Finalmente, Vaquero destaca que para cumplir el principal objetivo de la educación sexual, además de hablar de penes, vaginas, preservativos y menstruación, hay que tener en cuenta:
Facilitar la percepción de riesgo; atacar con contundencia, desde lo emocional y no desde lo racional la experiencia anterior de riesgo como percepción atractiva; que los anticonceptivos sirvan para disfrutar más del sexo, sin preocupaciones, y no sólo para evitar consecuencias indeseadas; reflexionar y anticiparse a los ideales románticos; fomentar la autoestima; entrenar en habilidades sociales: saber decir sí y no; conocer y valorar las alternativas al coito.
Espere tercera entrega: El papel del educador sexual
A prueba de todo - Sin Recato
•5 años ago
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