Paulina perdió Naturales
porque insistía en creer que el alma tenía venas.
La maestra sólo reía:
confundes el alma con el corazón- le dijo.
Las lágrimas de Paulina eran invisibles,
por eso se las dibujaba en las mejillas.
No recibía poemas de amor,
se los escribía ella misma.
Pero no tenía pluma de poeta,
la poesía se le había quedado enredada entre las cuerdas
vocales,
se le escapaba en los bostezos
y nadie la percibía.
-El alma indudablemente tiene venas y arterias también.
Por esa frase repetida con los ojos llenos
de sus invisibles lágrimas
Paulina perdió Naturales,
mientras se desangraba por dentro.
Poeta invitada: Rosa Herrera Bossio
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