Se encontró que la satisfacción marital estaba asociada a mayor frecuencia de las relaciones sexuales, a menos conflictos por el uso del teléfono, a mayor satisfacción con la comunicación, menor frecuencia de las peleas y la visión no machista del matrimonio.
“Me gustaría sugerirte que converses sobre esta información con tu pareja”, sugiere nuestro columnista invitado, el psicólogo y sexólogo José Manuel González en su columna que nos comparte (*).
Los especialistas en la vida conyugal definen la satisfacción marital como la forma en que la persona percibe, positiva o negativamente, su relación conyugal; es decir, es la actitud favorable o desfavorable que alguien tiene frente a su relación de pareja.
La satisfacción marital es muy importante porque las investigaciones científicas muestran que hay una íntima relación entre la satisfacción marital, la salud (física y mental), el bienestar y la felicidad de las personas (Acevedo & Aron, 2009). La satisfacción marital está relacionada inversamente con la infidelidad y el divorcio.
Un matrimonio infeliz aumenta la posibilidad de que los cónyuges se enfermen y acorta la vida en un período promedio de 4 años aproximadamente (Gottman & Silver, 2012).
Las principales variables que se han encontrado relacionadas con la satisfacción marital son el género (Cabrera y Aya, 2014), la edad (Teimourpour et al., 2012), la orientación sexual (García et al., 2016), el nivel educativo (Pepping y Halford, 2012), los ingresos económicos (Flores, 2011), la diferencia de edad entre los cónyuges (Rahmani et al., 2011), la duración de la relación (Tavakol et al., 2017), el número de hijos (Mora et al., 2013), la ideología de género (González, 2020).
La asertividad sexual (Dastyar et al., 2018), el neuroticismo (Farfán, 2013), el perfeccionismo (Tavakol et al., 2017), la autoestima (García et al., 2016), el apego (González, 2021), el estilo de comunicación (Iglesias-García et al., 2019), la capacidad de resolver constructivamente las diferencias (García et al., 2016), la satisfacción con la comunicación (González, 2020), el sentido del humor (Vera, 2010).
La inteligencia emocional (Quiroz, 2014), las expresiones de afecto (González-Jimenez, 2011), la satisfacción sexual (Sánchez-Fuentes et al., 2016), la fidelidad (Flores, 2011), el tiempo libre compartido (González-Jiménez, 2011), el consumo de alcohol (Windle y Windle, 2019), la utilización de las redes sociales (Antezana Vargas y Alfaro Urquiola, 2019) y la religiosidad (Bozhabadi et al., 2020).
En una reciente investigación, que realicé con un cuestionario online, estudié a 532 personas hispanoparlantes: 334 (62.79%) mujeres heterosexuales, 20 (3.75%) mujeres LGBTI, 129 (24.25%) hombres heterosexuales y 49 (9.21%) hombres LGBTI.
Entre las 371 (69.73%) personas que informaron que tenían una relación de pareja, la satisfacción marital reportada fue muy insatisfactoria en 17 (4.6%) personas, moderadamente insatisfactoria en 25 (6.7%), moderadamente satisfactoria en 135 (36.4%) y muy satisfactoria en 194 (52.3%) personas.
Se encontró que la satisfacción marital estaba asociada a mayor frecuencia de las relaciones sexuales, a menos conflictos por el uso del teléfono, a mayor satisfacción con la comunicación, menor frecuencia de las peleas y la visión no machista del matrimonio.
(*) Columna tomada de El Heraldo de Barranquilla.
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