A Benedetti solía invadirlo como un dogma
y lo obligaba a ser orilla
Alfonsina Storni soñaba ser como él
Otro estado fue el de Gabriela Mistral
quien sintió que la arrojó en su ola salmuera.
Mar, el mar, la mar, simplemente mar
Yo soy de mar
Mis emociones saltan como peces
silban como delfines
y a veces también gorjean
como madrugadas de mareas altas.
Este mar ondulante se desborda
y pregona su estancia en mis entrañas
El viento que sale de su boca
me seduce
atiendo al llamado
y lo concibo mío
¡Soy de mar!
Poeta invitada: Dina Luz Pardo Olaya.
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