La cocina nunca lució tan vacía de orden
Los platos se fueron amontonando
bichos empezaron a poblar la casa
ante migajas en descomposición
Tú y yo con la mirada impávida
como si no nos importara el espacio lleno de todo
menos de limpieza y armonía.
De nada nos dimos cuenta
hasta que giramos la mirada hacia nosotros
y nos vimos la mugre en el otro
porque no fuimos capaces de reconocerla.
La mirada agonizante nos delató
empezaron a poblarnos bichos
que sentenciaron la descomposición
de aquello que fue.
En aquellos últimos días
no supimos sostener una cocina limpia
menos a nosotros mismos.
¡Habíamos muerto!
Poeta invitada: Dina Luz Pardo Olaya.
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