Mi cabello se abrió entre sus dedos
las manos incendiadas
fueron nudos en las caderas
Su boca me tragó junto al mar
flotábamos
sin peso
sin ayer
A la vista de quienes estaban en la playa
fuimos rostros ahogados
Mar adentro
gemidos de luz
surfeando en el pico de olas
en nuestras bocas
Su piel penetró cada capa
de mis concavidades
El sol se irrigó en mi sangre
mi deseo reventó como ola
en fondo de arena
Sentí mis entrañas arder
en el ojo del día
El mar
estalló en mi vientre
Poeta invitada: Dina Luz Pardo Olaya
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