Redacción #SinRecato
“Hoy, en mi generación, nadie juzga al que no mantiene relaciones estables y anda picoteando, con poco compromiso. No se ve mal, no hay un juicio moral al respecto. El amigo con ventaja calza perfecto cuando no tienes tiempo ni ganas de concretar algo”.
Esa es una de las conclusiones de un trabajo elaborado por la periodista Sofía Beuchat, del periódico El Mercurio, de Santiago Chile, divulgado por el Grupo de Diarios América (GDA), y la manifestó la licenciada en Historia, Carolina Rebolledo, una de las consultadas acerca de la tendencia de lo empieza a llamarse ‘La era del amor lento’.
En resumen, palabras más o palabras menos, lo que expone la investigación es como el amor y las uniones permanentes han ido perdiendo interés entre las generaciones de millennials.
El corazón y la óptica está marcando otros rumbos y esto queda confirmado en otra opinión recogida por la periodista de una joven chilena, Javiera López. “Muchos jóvenes esperan hasta tener una situación económica firme antes de meterse en relaciones más formales. Hoy eso es difícil, porque hay mucha inestabilidad, muchos trabajos sin contrato. La gente joven está académicamente más preparada que nunca, y al mismo tiempo estamos más precarizados que nuestros padres y abuelos”.
Lo anterior podría reforzarse con estadísticas recogidas del The New York Times que revelan que en Estado Unidos, en la década de los 80 del siglo pasado, el promedio de contraer matrimonio por parte del hombre era de 24 años, y en la mujer, 22; en el presente siglo y año, esa edad pasó a los 30, y sobresale el argumento en que primero hay que proyectarse y desarrollarse profesionalmente en un carrera.
A toda esta tendencia, la antropóloga, bióloga e investigadora sénior, Helen Fisher, del Kinsey Institute, de la Universidad de Indiana (Estados Unidos), que estudia las conductas sexuales, la denomina del ‘amor lento’, aunque también sostiene que es una especie de precaución antes de tomar una decisión firme de emparentarse. Incluso dice que en ocasiones se tienen relaciones sexuales, o ‘entrevista sexual’, antes de la tradicional cita para irse conociendo.
La periodista Beuchat recoge también el concepto de la terapeuta sexual Karen Uribarri, del Centro de Estudios de la Sexualidad de Chile, quien concluye que lo que lo hacen las nuevas generaciones es ser más cautelosas e inteligentes para escoger con quienes van a compartir el resto de sus días, que aunque no sea una garantía de éxito si puede asociarse a una mejor vida de pareja.
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