Tener sexo de manera responsable y segura siempre brindará beneficio físico y mental, tanto para hombres como para mujeres. Y no lo digo yo, lo dice la ciencia. Entre otras porque en este intercambio energético sexual, se liberan alrededor de 9 hormonas, que juntas proporcionan un gran bienestar.
Solo las mencionaré porque creo que merecen una columna especial y son: La dopamina, la serotonina, la oxitocina, la adrenalina, la norepinefrina, la feniletilamina, la acetilona, la endovalium y las gonadotropinas.
Cuando usted tiene un orgasmo se ejercita todo el cerebro y aumenta el flujo sanguíneo, el cual distribuye todos los nutrientes y el oxígeno necesario para la mente.
La ciencia califica el sexo como uno de los ejercicios más completos, y no solo por las calorías que se queman, sino porque se utilizan muchos músculos que benefician al organismo de esta práctica cardiovascular.
Por ejemplo, si usted tarda alrededor de 30 minutos teniendo sexo, podría quemar 69 calorías si es mujer, y 101 si es hombre 101. Durante un orgasmo se pierden en promedio 27 calorías y 70 calorías más en los juegos previos (caricias y besos). Es resumen, las mujeres perderían 166 calorías aproximadamente y los hombres 198 calorías en un encuentro sexual normal.
Científicos suecos, americanos y escoceses, coinciden que tener sexo tres veces por semana aumenta la expectativa de vida en un promedio de 10 años. Así mismo, si usted tiene una vida sexual activa, esto le eleva la autoestima, estimula la creatividad, promueve el autoconocimiento y revitaliza. Como dicen: ‘El que quiera más que le piquen caña’.
Solo que la realidad es otra, a pesar de gozar de tantos beneficios, la mayoría de las parejas no tienen “suficiente” sexo, por múltiples factores como el cansancio, las ocupaciones, o la suma de varios que terminan en un alto grado de estrés.
La pasión en una pareja dura, aproximadamente, un año y aunque se cree que el deseo surge de manera espontánea, la verdad es que no funciona así. Cuando las parejas se conocen al comienzo, están bajo el embrujo del coctel hormonal que hablamos; además está la novedad, la ilusión, la sorpresa, solo que ese efecto desaparece poco a poco.
Expertos concuerdan en que hay tres factores que influyen de manera negativa en el deseo sexual: La monotonía, la falta de sorpresa y la rutina. Es así como disminuyen las veces que las parejas tienen sexo. Los datos indican que la frecuencia sexual media es de 3.2 encuentros sexuales a la semana durante el primer año. En el segundo año, pasan a 1.9 encuentros semanales y en el tercer año el promedio es de 1.1.
En un estudio con parejas estables se analizaron otros factores esenciales para mantener el deseo como: La admiración, la novedad y el extrañarse. La otra cara de la moneda es que también hay parejas que no tienen sexo. En promedio tienen menos de 10 relaciones sexuales en el año.
Hay muchas razones para que esto ocurra. Se pierde el vínculo sexual debido a la falta de acoplamiento sexual; es decir, no se sienten cómodos mutuamente y dispuestos para tener sexo o podría ser que hay otros factores que están bloqueando su sexualidad como las discusiones, la falta de afecto y la rutina.
Otro factor que han analizado los expertos es la poca comunicación sexual. A muchas parejas les cuesta hablar de sexo, expresar abiertamente sus gustos o inconformidades y compartirlos con su compañero (a) sexual. Al comienzo podría ser incómodo, pero en la medida que hablen, el tema surgirá de manera natural y fluida.
Recuerden que la practica hace al maestro y si su actividad física es casi nula, siempre tendrá la alternativa de practicar cardio sexual, por lo menos tres veces a las semana, su expectativa de vida mejorará al igual que su sentido del amor, su creatividad y su autoestima.
No pierdan ese espíritu aventurero y de conquista, y disfruten de todo lo bueno que es tener sexo.
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