llevas en tus aguas
el nombre de mi abuela,
tienes como ella
un gran caudal de recuerdos,
pequeños afluentes
que engrandecen la vida,
cuencas atadas al alma;
naciste en los Andes
y desaguas en el Caribe,
-igual que lo hizo ella-.
Tienes como ella
las entrañas surcadas por la vida,
los hijos paridos y arrebatos por la guerra,
el vientre hecho trizas de dolencia.
Magdalena,
te consumes en el silencio,
por la indiferencia criminal,
por la indolencia de todos,
ante tu flemática muerte.
Descansa Magdalena,
mi abuela adelantó su partida,
tú vas en camino.
Poeta invitada: Yajaira Pinilla Carrascal
No Comments