El ebrio se esfuma entre la bebida
Con el pretexto de calmar su dolor
El drogadicto busca otra salida
Solo para mitigar su temor
El adicto al trabajo placer sentirá
Al llevarse carga de su labor a su casa
El adicto a las compras siempre luchará
Por gastar hasta que la cuenta rebasa
Adictos a las mujeres, de esos hay miles
Su deseo carnal empieza desde sus abriles
Adictos a todos los placeres de la vida
Y el tiempo les pasa factura vencida
Hay miles de adictos luchando
con terapias todos salen librados
Si son internados en un reformatorio
y que hay de mí… ¿será esto transitorio?
Soy una adicta a tus besos de miel
Esos que ahora solo me hacen pecar
Cada vez que osas intensificar el nivel
¿Cómo has logrado hacerme esto?
Arraigados estamos en la mente
Pierdo la razón solo con tus besos
Elevas mis sentidos y me transformas
De tierna y angelical niña a salvaje mujer
Eso que ahora hago que sientas
Te hace estremecer y aumentas
el dulce toque del primer encuentro
cuando haces del placer mi epicentro
Solo tú acrecientas ese fuego singular
Al arder de pasión y alearme en tu fuego
eres ese adicto que se hunde en mi adicción
mezclado en el candor y adicto a mi ternura
Tal docilidad perturba y nubla tu razón
Entrelazados en versatilidad y admiración
Con sencillez de todo y complicidad de nada
extrema adicción en su máxima expresión.
Tania Castro
