En silencio llorarás cuando me haya ido
Al mundo no podrás decirle lo que sentimos
Te sellé con tinta invisible, por eso nadie lo nota
Soy peor que el tatuaje cuando se impregna en la piel
Igualmente yo quedé prendada a ti a pesar del tiempo
Cuando me haya ido, seré ese palpitar de tu corazón
No es una condena, pero… ¿Hasta cuándo será esto?
Hasta el día que tú también de este mundo te despidas
Cuando ya no estés conmigo, igual seguiré en tu mente
Y para descargar tu pena dirás a tus hijos y a tus nietos
Que esas cartas que escribí y esos versos inspirados
Fueron solo para ti, aunque en mil libros estén plasmados
Muchos leerán y no comprenderán el verdadero significado
Solo tú y solo yo sabemos lo que realmente hemos inspirado
Descifrar algunos datos será tarea de un detective experto
y ni este comprenderá a menos que tú lo quieras revelar,
de lo contrario también te lo llevarás, tal como yo me lo he llevado.
Cuando me haya ido dirás que fuiste mi musa en versión masculina
No llorarás porque me fui… solo sentirás que estoy ahí.
Hermosa para ti siempre seré y tú serás para mí el de la primera vez
Estaré en el aire que respiras, en lo bello que tocas,
Gritarás en silencio en el balcón de la casa, en el jardín, o en la terraza
Estaré también, en el bar de la esquina o en ese cuadro que inspiré
Reirás con los tuyos, pero nadie sabrá que esa risa es por mi recuerdo
Bohemia y soñadora… así me recordarás cuando me haya ido
Yaceré entonces en el sabor de tus mieles deliciosas
En el amor que a todos das, en la candidez de tu sonrisa
Tanto amor que al final fui de todo menos efímero o fugaz
Cuando me haya ido…
pensarás que solo tú y solo tú me hiciste sentir amada
sin papeles ni ataduras, sin apego o amargura.
Cuando me haya ido y solo cuando me haya ido…
Leerás mi carta y sabrás que me has perdido.
Tania Castro
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