David es un barranquillero, administrador de empresas, de 48 años, alegre, espontáneo y buen conversador que, desde hace tres años, emigró a Estados Unidos en busca de un mejor porvenir porque no encontraba oportunidades laborales aquí, en Colombia.
En la actualidad, trabaja en una tienda que vende artículos de tecnología. Sus planes son seguir en la ‘Yunai’, y aún no tiene fecha de regreso a Barranquilla, si sabe que lo hará cuando encuentre un equilibrio económico. No niega que extraña a su mamá, la comida y su vida aquí.
David, en este momento, está soltero y sin novia, pero confiesa que, desde que llegó al país del norte, no ha tenido sexo con una mujer.
Cuando le pregunté si fue una decisión personal o si se dio espontáneamente, respondió: “La situación se ha dado. Primero al cambiar de país y enfrentarme a un cambio de cultura, otro idioma y además aquí las leyes sobre el acoso son muy fuertes”.
Entiendo, pero hay otras formas de tener sexo, como la masturbación, también renunciaste a hacerlo?
“Bueno recién llegado no pensaba sino en adaptarme pero sí, los primeros seis meses, vivía en un apartamento solo y encontré la forma de poder desahogarme, mientras veía porno”.
David admite que es muy sexual y que hay días libidinosos: “Todos tenemos gustos, fantasías, fetiches. Por ejemplo, yo veo porno, pero a mí no me gusta el porno hard-core (*) o ver un rebel gang bang (**)”.
¿Cuándo fue tu última relación sentimental estable y por qué terminó?
“Fue con una sexy twittera pero ella decidió dar por terminada nuestra relación después de casi tres años juntos. Aunque hacía muchos años estaba separado, no estaba, oficialmente, divorciado y ella no se sentía cómoda con la situación. Fue en plena pandemia, mayo del 2020. De verdad, la quería mucho y la tusa me duró varios meses”, afirma.
Le pregunté qué había aprendido en estos años de no tener sexo con mujeres y respondió: “En estos tres años he conocido muchas personas, he socializado más pero sin prisas. He aprendido a conocerme a mí mismo y esto ha sido muy importante”.
“He hecho muchas amistades, conocí una mujer de Puerto Rico, que tiene chispa, una buena energía, es mayor que yo como 15 años. No está divorciada. Pero la verdad es que quiero algo estable no para ratos”.
Entiendo lo de las leyes de acoso, pero eso no impide que pueda entablar una relación. No será que estás muy exigente?
“Para nada, eso mismo me lo dijo una amiga. No he tenido muchas oportunidades y aunque una vez alguien me interesaba preferí no ser insistente”.
Le pregunté con respecto a esta decisión de abstinencia, cómo la canaliza?
“Me encanta ver en X cuentas amateur, fantasear con tríos y también uso Facebook dating, un Facebook para hacer amigos, es como un Tinder con menos voltaje”.
Por supuesto que hay la opción de pagar por sexo y dice en medio de risas: “Acá cobran USD$100 por sexo y no voy a pagar por eso, tronco de polvo caro”.
David, definitivamente, quiere una relación estable y duradera. Una persona que conozca su lado oscuro y su lado vainilla: “Quiero encontrar a una mujer que también me demuestre la misma química, pasión y atracción. No sé si la conozca aquí en USA o cuando regrese a Colombia”.
(*) Género de cine porno en el que las escenas sexuales no son simuladas sino reales o explicitas.
(**) Es una práctica sexual en la que alguien, mujer u hombre, tienen sexo por turnos o al mismo tiempo con más personas.
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