A continuación, en el espacio mensual que le concedemos a las reflexiones de psicólogo, sexólogo y terapeuta de pareja, José Manuel González:
La primera vez de una mujer (*)
Es falso que la primera relación sexual no sea dolorosa si se realiza antes del desarrollo sexual.
En el Instagram Live “Amor & Intimidad” dedicado a la sexualidad femenina me enviaron una pregunta, que he oído muchas veces, sobre la supuesta ventaja de tener la primera relación sexual antes del desarrollo para que no sea dolorosa. Parece que este es un argumento que emplean para invitar a las niñas a involucrarse en una relación sexual.
Como los temas sexuales casi nunca forman parte de la conversación con las hijas en nuestro medio, dedicaré un espacio a responder esta inquietud.
Recordemos que la mayoría de las erradas decisiones sexuales de las personas y los frecuentes trastornos sexuales, y de pareja, se deben a la deficiente educación para la vida sexual y de pareja que usualmente recibimos en nuestro medio. De hecho, la mayoría de nuestras adolescentes reciben su educación sexual viendo videos eróticos o pornográficos en las diversas plataformas a las que tienen acceso en su celular, tableta o computador.
Es falso que la primera relación sexual no sea dolorosa si se realiza antes del desarrollo sexual, es decir, antes de la primera menstruación. Por el contrario, si esta primera relación sexual se tiene cuando el cuerpo femenino todavía no está preparado físicamente para tener relaciones sexuales, es más probable que sea dolorosa.
Digo que es más probable, porque es falso que la primera experiencia deba ser siempre dolorosa y con sangrado. Si la pareja se toma todo el tiempo necesario, sin prisa, y la situación es muy romántica y cariñosa, la primera relación no tiene porque ser dolorosa y, mucho menos, producir sangrado.
Yo creo que la primera relación sexual, tanto para la mujer como para el hombre, es un suceso muy importante de la vida en pareja. Pienso que ese momento solo debe llegar cuando las personas estén preparadas, por lo menos, física, mental y socialmente para mantener una relación de pareja.
Desde el punto de vista físico se requiere un completo desarrollo del cuerpo, que solo se presenta después de los 18 años en la mayoría de las personas. Desde el punto de vista mental se requiere que la persona tenga la madurez, la responsabilidad y los valores éticos necesarios para decidir, y para actuar, sin hacerse daño a sí misma y a los que le rodean.
Desde el punto de vista social se requieren las condiciones que cada cultura propone a sus miembros. No es lo mismo que tengan relaciones sexuales, por ejemplo, dos personas pertenecientes a una comunidad que estimule el sexo prematrimonial y la unión libre, a que esto ocurra con dos personas que pertenecen a grupos humanos que defienden la virginidad hasta el matrimonio.
Cada grupo humano tiene sus reglas y es muy importante que uno actúe en función de esas reglas para poder llegar a ser feliz. Cuando uno actúa en contra de lo que uno cree que debe hacer se presentan serios problemas, como la culpabilidad, que impiden llegar a ser feliz.
Hay culturas en las cuales son los padres quienes escogen al marido, sin tener en cuenta el amor. Algunas de estas mujeres se casan a los 9 o 10 años. Hay otros grupos en donde el amor es fundamental para el matrimonio.
Sin entrar aquí a discutir cual es la mejor cultura, lo importante es conocer que la felicidad está asociada a lo que cada ser humano considera que es lo mejor. Por eso, yo creo que tu voz interior, eso que llamamos conciencia, es una buena guía para decidir.
(*) Columna del 21 de julio 2021, en la Revista Miércoles, de El Heraldo.
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