¡Oh río Sinú!
que del Paramillo bajas
cuéntame en tu dulce murmullo
¿Quién a ti te descubrió?
¿Sería un Zenú o un Panzenú?
de nuestra tierra cordobesa
tus aguas son la bendición
quisiera ser poetisa para
cantarle a tus aguas cobrizas
una dulce melodía.
Al sentarme en tu ribera,
presiento que algo me quieres decir
y tu susurro es a mi oído como suave canto,
canto que mitiga mis quebrantos
y te aleja de los campos por un nuevo vivir.
Pero en la loca fantasía que el mundo nos brinda
nos olvidamos de tu grandeza
y destruimos tu pureza,
fueron tus aguas las primeras danzarinas
de esta fértil región.
Así como se hincha tu hermoso caudal,
se hincha de emoción esta hija fantasmal
que aparece en tu ribera
para mover la cadera
al ritmo de la palmera.
Desapareció el 20 de enero para celebrar
con esmero el Festival del río Sinú
Este a los ganaderos no gustó
y nuestra fiesta se perdió.
Hasta el compae Goyo desapareció
del gran festín del Sinú.
Con este lamento mío
quiero devolverle al Sinú
todo lo que en sus aguas benditas me dio,
pues desde pequeña me alimentó
Hoy clamo de emoción
por esta descuidada región.
Autora invitada: Olga María Núñez de Castro
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