Mi yo adolescente disfrutó el ‘bluyineo’, pues era el término como se conocía y como aún lo sigo llamando, que no es más que acariciarse sin penetración. Hoy se conoce como ‘petting’, una palabra gringa derivada del verbo to pet, que quiere decir acariciar y, en términos sexuales, se trata de manosearse o tocarse.
Lo importante no es como lo llamen, pues cada uno le dará el nombre con el que más cómodo se sienta, la cuestión es el placer que se obtiene al acariciarse con ropa.
Esta práctica sexual está basada en caricias íntimas en las que no hay penetración vaginal o anal. Por supuesto que tiene un sinnúmero de posibilidades como besos apasionados, masturbación, sexo oral y todo lo que su imaginación #sinrecato los lleve a experimentar, como masajes con aceite, juegos de roles, disfraces y juguetes eróticos.
Como en toda práctica sexual, cada pareja impondrá sus reglas y sus tiempos, no hay una ruta específica para seguir y por supuesto tienen la libertad absoluta de relajarse y disfrutar y también de establecer límites.
El ‘petting’ se asocia con la adolescencia y a las primeras experiencias sexuales, pero no necesariamente debe practicarse solo en esta etapa, en cualquier momento de la vida puede disfrutarse.
Es común que se practique por razones culturales, como el deseo de reservar la primera vez al momento de casarse. Para tal efecto, es una práctica segura porque no hay penetración o coito y se llama ‘petting premarital’.
No debe confundirse con los juegos preliminares, porque esta etapa es previa a la penetración y la regla de oro del ‘petting’ es, precisamente, que no hay penetración. Por lo tanto, no debe creerse, equivocadamente, que no es una práctica placentera o satisfactoria, todo lo contrario, pueden llegar a experimentar gran excitación y orgasmos intensos.
Según expertos hay tres grados de ‘petting’ y son acumulativos de las prácticas que incluyen el grado anterior:
- ‘Petting’ grado 1: Incluye tomarse de las manos, besos, abrazos y caricias.
- ‘Petting’ grado 2: Incluye lo anterior y se lo suman caricias más íntimas con ropa.
- ‘Petting’ grado 3: Incluye el ‘petting’ 1 y 2, pero en este hay caricias intimas y sexuales con ropa o desnudos, como sexo oral, masturbación mutua y prácticas como el tribadismo (frotar los genitales entre mujeres) y el frot (frotar el pene con el del compañero sexual).
El sexo seguro en el ‘petting’ depende del grado que se practique, porque claramente en el grado 3, hay riesgo de infecciones por ETS (Enfermedades de Transmisión Sexual) si no hay métodos de protección.
Ventajas del ‘petting’:
- Fortalece el vínculo entre las parejas.
- Evita embarazos no deseados.
- No necesita el uso de anticonceptivos, mientras no haya coito.
- Permite disfrutar de una sexualidad no coito céntrica, lo cual favorece al erotismo, el autoconocimiento de las zonas erógenas y las de tu pareja.
- Disminuye el contagio de ETS, mientras no se practique sexo oral o masturbación.
- Aviva el morbo de lo prohibido, la penetración, permitiendo que se dé rienda suelta a las fantasías sexuales.
- Es una práctica que rompe con la rutina de las relaciones sexuales centradas en el estímulo genital.
- Es de gran utilidad para aquellas personas que tienen dificultades o trastornos sexuales que le impiden o dificultan la penetración (disfunción eréctil o vaginismo).
- El ‘petting’ es una alternativa válida cuando hay dificultades en el deseo o una pereza persistente para iniciar las relaciones sexuales, actúa como un activador del erotismo.
Como en todo juego sexual, cada pareja desde la confianza, la complicidad y la comunicación, experimentarán momentos de satisfacción entre caricias y estímulos sensoriales que enriquecen y evolucionan esta práctica. Así que atrévanse a ser adolescentes nuevamente y tóquense con ropa y disfruten el momento.
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