Sobre un tema que siempre ronda a las parejas ha escrito nuestro invitado del mes, el psicólogo y sexólogo José Manuel González. He aquí su reflexión (*):
“Son muchos los expertos que han investigado sobre la problemática actual de las relaciones de pareja. A mí personalmente me parecen muy interesantes los planteamientos del psicólogo John M. Gottman, en su libro ‘Siete reglas de oro para vivir en pareja”, editado en español por Plaza&Janés.
El doctor Gottman es profesor de Psicología en la Universidad de Washington y codirector del Sattle Marital and Family Institute. Él es considerado una autoridad en el tema de las relaciones de pareja. Con su grupo de investigación ha estudiado por cerca de 40 años a más de 3.000 parejas y ha reportado varios elementos tóxicos en la relación conyugal que hoy quiero traerles a este espacio de reflexión y aprendizaje en el arte de disfrutar las relaciones de pareja. Arte difícil, ya que muchas veces en nuestra cultura aprendemos (en los hogares disfuncionales de nuestros padres) el arte de amargarnos la vida en pareja.
Esto lleva a las relaciones que generalmente llamamos tóxicas.
Gottman insiste muchas veces en los elementos que él llama ‘Los cuatro jinetes del apocalipsis’:
1 – Las críticas, sobre todo si atacas la personalidad o la naturaleza de tu pareja. Por ejemplo, “¿Por qué eres tan desordenado?” que es diferente a decir: “Me gustaría que mantuvieras nuestra alcoba ordenada, sin cosas tiradas en el suelo”.
2 – El desprecio, que por lo general va acompañado de burlas, insultos y sarcasmos que ponen en ridículo a la otra persona.
3 – Actitudes a la defensiva, en que no se reconocen los propios errores.
4 – El silencio, generalmente para evitar los dolorosos enfrentamientos, pero que a la larga genera distanciamientos que propician las infidelidades, las separaciones o los divorcios.
Hay varias cosas que podemos hacer para desintoxicar las relaciones:
1 – Ante las críticas constantes es mejor no culpar a la otra persona, partiendo de la base de que en todo conflicto generalmente hay responsabilidades de parte y parte. Es mejor hablar en primera persona, contándole a la otra cómo nos sentimos ante cualquier situación que nos molesta. El silencio trae consecuencias positivas a corto plazo, pero genera muchas consecuencias a largo plazo.
2 – El respeto, ante todo. Los gritos, los insultos, las humillaciones y las frases sarcásticas hacen más daño que los golpes. Al conversar ten siempre en cuenta los aspectos positivos de tu pareja y exprésale tus sentimientos amorosos. Es recomendable iniciar todos los mensajes con una expresión de cariño —por ejemplo— “Cariño mío, me encantaría que no dejaras la ropa sucia tirada en el suelo”.
3 – Asume la responsabilidad de tus acciones. Recuerda que siempre estamos influyendo sobre la otra persona con lo que hacemos o dejamos de hacer. Muchas veces las acciones que nos desagradan de nuestra pareja son respuestas a cosas que hemos hecho, o dejado de hacer nosotros mismos. Eso es típico en muchos casos de celos. Cuando se le pregunta a la pareja de la persona celosa sobre sus expresiones de cariño se observa que son pocas, lo que aumenta las expresiones de celos en su pareja.
4 – Busca el diálogo respetuoso y amoroso. Escucha atentamente a tu pareja, trata de entender a tu cónyuge antes de buscar que te entienda a ti.
¿Te gustaría compartir este artículo con tu pareja? Si es así, hazlo en un momento de tranquilidad, en el que ambos puedan aprender.
(*) Columna tomada de El Heraldo de Barranquilla.
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