El próximo 6 de septiembre se celebra el Día Mundial del Sexo Oral (así es, el día 6/9) haciendo referencia a una de las posiciones más conocidas del Kamasutra, en donde es conocida como ‘la postura del cuervo’.
Para aquellos que aún no la practican, se trata de invertir los cuerpos en posición horizontal, de ahí su nombre. Y aunque algunas parejas lo disfrutan al máximo, otras no tanto, porque se sienten incómodas, descoordinadas y piensan que es mejor darse placer uno a la vez y no en simultáneo.
Es por eso que hoy les hablaremos de algunas variantes del famoso y sobrevalorado 69 para que no se queden con las ganas de practicarlo. Eso sí, con todas las medidas de bioseguridad, no vayan a dar a la urgencia por un lumbago o una tortícolis.
Lugar: la cama es una opción, pero hay sillones tantras que son más cómodos para aprovechar al 100 por ciento esta postura.
La importancia de las manos: un error común es que no se les da el protagonismo a las manos al momento de practicar el 69. Cuando la verdad es que, si se combinan con los labios y la lengua, esto resulta muy placentero. Además, se pueden estimular otras partes del cuerpo para no concentrarse solo en los genitales.
Proteger el cuello: recomendación para quien esté abajo; usar una almohada o cojín no solo permite un mejor acceso a tu pareja, sino que es más cómodo y podrías prevenir un dolor de cuello más tarde.
La comunicación mutua: antes, durante y después de cualquier encuentro sexual es bueno hablar de lo que SÍ nos gusta y de lo que NO nos gusta y así entenderse mejor, y no imaginar o suponer situaciones que no están pasando. Recuerden que no somos adivinos.
Siguiendo con la celebración de este día tan ardiente, les contamos de cinco formas para resetear el 69. A partir de la posición clásica, se han creado algunas variaciones para alcanzar otros niveles de placer y no caer en la rutina.
69 invertido: si la pareja es heterosexual, en esta nueva versión, la mujer está abajo y el hombre arriba para ejecutarla y controlar durante el sexo oral.
De lado: se imita la posición original, solo que cada uno se pone al lado del otro. Se evitan incomodidades, sobre todo cuando hay diferencia de altura y peso desproporcionado. Aquí no hay limitaciones, los músculos están relajados y hay un menor esfuerzo y comodidad.
Sentados a la inversa: para los más osados, esta posición tiene un grado de dificultad, pero no es imposible. Su misión, si deciden aceptarla, es que uno de los dos debe quedarse sentado en el sofá o en una silla reclinable, mientras que el otro se acerca por arriba y se inclina hacia abajo, hasta quedar guindando para que ambos tengan acceso a los genitales del otro. No apta para hipertensos, con dolores lumbares o problemas circulatorios. Si tiene habilidades circenses o es trapecista, hágalo también, pero con precaución.
Se recomienda que el hombre o la persona que tenga más fuerza esté sentado, porque es quien debe sostener la mayor parte del peso de su pareja, mientras esta se apoya con sus brazos en las piernas de su pareja o en la base del sofá.
De pie: conocida en inglés como standing 69, es la más difícil de todas. La mujer debe ponerse en la orilla de la cama y él pone sus manos debajo de su cintura y en ese momento, ella debe aprovechar y poner sus piernas encima de los hombros de su pareja y luego abrazarse a su cuerpo.
La mujer estará boca abajo, una posición bastante exigente, así que lo recomendable es no prolongarla por mucho tiempo y evitar accidentes o desgaste físico innecesario.
En el borde de la cama: la mujer está situada en el borde de la cama y su pareja, en vez de levantarla, lo que hace es que eleva la cadera hasta su rostro. Esta es una posición preparatoria si quieren pasar a la variante de pie.
En esta posición, como dijimos, las manos son muy importantes, porque mientras lo hayas conversado con tu pareja TODO se vale; así pueden darle rienda suelta a su imaginación usando, por ejemplo, un vibrador o dildo para aumentar la estimulación y que los movimientos NO se centren solo en la lengua.
También se puede usar un anillo vibrador en el pene para mejorar la erección, en caso de que ambos tengan pene, ya que puede ser una alternativa más placentera. Otra opción es el uso de lubricantes para estimular previamente los genitales y todo el cuerpo creando una sensación placentera.
El 69 es una postura exigente a nivel físico, y demanda complicidad y entrega. También es una práctica de confianza, hay olores y secreciones, y el ano está muy a la vista, por lo que es obligatorio y necesario darse un buen baño.
La sexóloga Ana Lombardía comenta: “Más que centrarse en trucos o técnicas, lo más importante es focalizarse en disfrutar con lo que estás haciendo; el 69 es una práctica que no gusta a todo el mundo, pues muchas veces cuesta pensar en el propio placer mientras estás ocupado proporcionándolo”.
Lombardía agrega que es importante que la estés pasando bien mientras estás dando placer y explica el concepto de egoísmo positivo: “Se trata de ser consciente de si el hecho de recibir te resulta placentero mientras das”.
La cuestión es romper con la monotonía y vivir una experiencia inolvidable y divertida en la que ambos se sientan cómodos y estén dispuestos a disfrutar.
Y aunque tiene un grado de complejidad, y algunas limitaciones, lo bueno es que es perfecta para practicar sexo oral mutuo, ideal para los juegos preliminares y lo mejor es que puede resultar como el plato fuerte de un encuentro #sinrecato.