Un pequeño reto: ¿Usted cree que los abuelos crían o malcrían? Simplemente se trata de conocer el pensamiento sobre el papel que ellos cumplen en el seno de las familias y por ende en la sociedad.
Hay expertos que dan elementos para llenarse requisitos y acercarse a una satisfactoria respuesta. En ‘¿Mucho, poquito o nada?, Guía sobre pautas de crianza para niños y niñas de 0 a 5 años de edad’, trabajo elaborado por la Unicef y bajo la responsabilidad de la médica uruguaya, psiquiatra de niños y adolescentes y psicoterapeuta cognitivo-conductual, Natalia Trenchi, hay un espacio dedicado a ellos y es bueno compartirlo.
Dice que “los abuelos y abuelas son figuras muy importantes en la vida de una familia. De muy diferentes maneras pueden ejercer su influencia en la crianza de los nietos. Ya tienen experiencia como padres, y si se los apoya pueden ser aún mejores como abuelos”.
Hay diferentes tipos de abuelos. Algunos disfrutan de sus nietos en momentos de puro juego y placer, sin necesidad de hacerse cargo ni de su educación ni de sus necesidades. Otros, por diferentes motivos, son convocados para transformarse en los cuidadores sustitutos de los padres.
Muchos de estos abuelos perciben su aporte a la crianza de los nietos como un regalo de la vida, como otra nueva oportunidad de sentirse útiles y activos. Para otros, la tarea puede volverse pesada, enfrentarlos a obligaciones para las que ya no tienen fuerzas o ganas de seguir cumpliendo.
En la familia todos somos importantes…, pero cada uno cumple diferente función.
Unos y otros tienen seguramente entre manos una tarea muy importante. Muchos abuelos y abuelas, deseándolo o no, se transforman en el refugio de cuidados, amor y protección que sus nietos necesitan para llevar adelante un desarrollo saludable y feliz.
Afortunadamente, buena parte de ellos encontrarán la fuerza necesaria para disfrutar la satisfacción de ver crecer bien a sus nietos y nietas.
Algunas formas para ser buenos abuelos consisten en mantener una relación sana y respetuosa con los padres de sus nietos.
Es fundamental que los abuelos tengan claro que pueden ser maravillosos e inolvidables en la vida de sus nietos, desde su rol de abuelos y sin invadir el lugar de los padres.
Son una excelente referencia afectiva dentro del grupo familiar, pero lo razonable es que, pudiendo expresar sus propias ideas, respeten las de sus hijos, que tienen derecho a tenerlas y aun a equivocarse, como lo hicieron ellos.
Lo ideal es que los abuelos sean compañeros en la tarea y formen un equipo con los padres, actuando como copilotos, apoyando, respetando y estando cerca por si los necesita. La ayuda y la colaboración que pueden ofrecer es formidable, pero siempre que respondan a las demandas de los padres y no a sus propios esquemas.
Así como los abuelos y las abuelas tienen que respetar los derechos de los demás, aunque se trate de sus hijos y les parezca que se equivocan, de la misma manera, deben hacer valer sus propios derechos.
Es bueno que abuelos y abuelas se hagan respetar, desde el cariño y la amabilidad, pero con la firmeza necesaria.
También es deseable que ellos se abran para aprender cosas nuevas y para aceptar que el mundo ha cambiado, en muchas cosas para mejor. Para los abuelos será una experiencia interesante incorporar nuevos conocimientos y conocer algunas herramientas útiles para su propia vida cotidiana.
‘Su papel es fundamental’
A manera de complemento de la guía de Trenchi, la psicóloga y docente de las universidades del Norte y Atlántico, Tania Iglesias, magister en Danza Movimiento Terapia de la Universidad Autónoma de Barcelona y PHD en psicología clínica y de la salud de la misma universidad, considera que los abuelos son red de apoyo incondicional, soporte emocional, educadores y cuidadores.
Lo anterior, considerando las exigencias o demandas de la sociedad actual, como también los cambios con relación al rol de la mujer en el hogar y a nivel laboral, entre otros factores que también tienen un impacto en las dinámicas familiares.
Es bueno que abuelos se hagan respetar, desde el cariño y la amabilidad, pero con la firmeza necesaria.
“En este sentido, es importante dialogar sobre cómo debería ser ese rol de los abuelos en la crianza de los niños, o más bien plantearnos, en cómo se debería construir ese rol a partir de las expectativas de los padres, las experiencias de los abuelos, las características de los niños en sus individualidades, tipo de familia, dinámicas, etc.”, manifiesta Iglesias.
El rol debe construirse a partir de algunas dificultades que encuentran los padres como, por ejemplo, la combinación del uso de los tiempos para las actividades académicas, con las lúdicas, los hábitos alimenticios, la conectividad, la tecnología, los límites, etc.
“Una de las estrategias más útiles y adecuada para esta negociación, o construcción de ese rol, es la buena comunicación y el diálogo, en el cual, no se busque imponer reglas y normas, sino, más bien dialogar con los abuelos, contar con su opinión, dar argumentos claros de la importancia de lo que se quiere enseñar, promover, educar en valores… es ponerse de acuerdo”, precisa la Psicóloga.
Agrega que la ventaja de construir juntos, es que los abuelos se sienten que participan, que sus ideas y que sus experiencias son importantes para la crianza y formación de los nietos. Este tipo de comunicación ayuda a mejorar el vínculo entre los padres y los abuelos y entre los abuelos y sus nietos, evitando por ejemplo roces y situaciones conflictivas, que pueden deterioran y afectar las relaciones interpersonales de calidad.
“La construcción del rol, además de dialogar también, requiere informar, por ejemplo, en el caso de la conectividad, muchos abuelos, desconocen, qué tan expuestos están los niños por el uso de la tecnología y a la cantidad de información, de ahí, la importancia y preocupación de los padres por limitar el uso de aparatos tecnológicos y la conectividad, pero, para que los abuelos internalicen la importancia de estos límites, esto requiere de un diálogo, de explicar y de informar”.
Con relación a los hábitos alimenticios, que es otra de las dificultades que tiene los padres con los abuelos, Iglesias señala que hay que considerar que los abuelos vienen de una experiencia de vida distinta, tanto históricamente, como culturalmente; eran otras épocas, otros tiempos y se desconocían mucha información con relación a la alimentación. “Ahora estamos más informados sobre la importancia de educar a los niños desde que son pequeño en adquirir hábitos alimenticios saludables, y es el deber de los padres comunicárselos y dialogar con los abuelos sobre la importancia de adquirir buenos hábitos alimenticios”.
Finalmente, la especialista indica que el aporte afectivo y de vínculos que ofrecen los abuelos es tan valioso para el desarrollo psico-social de los niños porque les permite construir unos vínculos y lazos emocionales fuertes y esto facilita a los menores un desarrollo emocional adecuado, ya que promueven la satisfacción de la necesidad psicología de afinidad y definitivamente.
“Esta es una de las grandes ventajas ya que los abuelos no tienen prisas, no hay afanes, tienen todo el tiempo para escuchar a los niños, para conocerlos y así, los niños se sienten escuchados, comprendidos, aceptados y amados y eso es un aporte tan valioso para la crianza de los niños”, concluye.
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