Cuento de hadas

784 0

Confieso que invoqué al príncipe azul

y quedé con el prejuicio del beso que salva

y el anhelo del rapto.

Ahora que me desplomo

entre las calenturas de mi sangre débil,

y tú no estás, y tampoco vendrás,

pienso que ninguna mujer necesitó jamás un príncipe

-otra artimaña de los relatos infantiles-

Cenicienta realmente necesitó de otra mujer.

Toda esa fuerza salvadora, protectora e incólume

venía de una buena señora.

Todavía espero demasiado,

por eso expulsé a los príncipes y a los héroes.

Me he quedado conmigo, sólo con harapos de Cenicienta.

Cuando lo necesite, sacaré de mi bolsillo al hada.

Poeta invitada: Rosa Herrera Bossio

Related Post

Cuando me haya ido

Posted by - agosto 28, 2021 0
En silencio llorarás cuando me haya ido Al mundo no podrás decirle lo que sentimos Te sellé con tinta invisible,…

Esa noche

Posted by - septiembre 3, 2022 0
Eso de llegar y apuntar con ahínco en la parte superior de mi pierna izquierda dio un giro crucial. Aquella…

Nocturna

Posted by - abril 30, 2022 0
Sabor de labios, sabor de boca,aroma de senos que mi respiración sofoca.suspiros y abrazos, vórtice de miradas,enredos de piernas y…

Leave a comment